El exfuncionario de la Comisión de la Bolsa y Valores de Estados Unidos, John Reed Stark, ha sentado su postura en contra del reciente fallo a favor de Ripple Labs. Considera que se está sentando un precedente, donde la decisión de la juez establece una “clase de cuasi valores financieros”, que discrimina en función de la experiencia o sofisticación que tenga el inversor comprador del determinado token.
Stark califica la decisión de problemática, porque se indica que algunas veces el token de Ripple puede ser un valor, pero otras veces no. Es por eso que este argumento, según su opinión, es contrario a los principios de protección de los inversores. “Las leyes sobre valores se diseñaron específicamente para proteger a los inversores individuales, partiendo de la idea que no pueden valerse por sí mismos, no para dejarlos en el aire.”
¿Cómo se divide el problema de la sentencia de la SEC frente al fallo a favor de Ripple?
Stark señala que el triunfo con el fallo a favor de Ripple se sostiene sobre unas bases bastante inestables. Aunque reconoce no solo el golpe para SEC, sino también para su presidente Gary Gensler. Sin embargo, en su opinión, la categorización a la que se sometió la sentencia presenta inconsistencia con la jurisprudencia de la SEC.
Se dividió en tres categorías que se consideran como:
Ventas institucionales, que son las que se llevan a cabo a través de un contrato escrito tanto a inversores particulares como sofisticados.
Ventas programáticas, que sería la venta de intercambios XRP, donde el tribunal dictaminó que XRP no es un valor bursátil.
Y otras ventas, que se refiere a la venta de XRP no como valor bursátil a personas con información privilegiada, fundadores o inversores minoristas por lo que se conoce como intercambios.
Por último, John Reed Stark da especial énfasis en que decisiones como esta, protegen a los inversores con mayor peso económico, “los ricos”, donde reciben soporte por parte de la SEC. Mientras que los minoristas o menos sofisticados estarían totalmente a la deriva.